Amor y maquillaje, un binomio maravilloso

21 noviembre, 2017

Suman ya 41 años y un espíritu jovial me sigue acompañando. No sé por qué es así, nunca me cuestiono aquello que me encanta.

Me llamo Pilar Camúñez y tengo una trayectoria profesional tan larga como diversa. Tras muchos años dedicados al mundo empresarial desde su perspectiva más burocrática, y después de vivir experiencias emocionales muy trascendentales para mí, decidi dejar de procrastinar la idea que hacia tiempo rondaba en mi cabeza. Me atreví a hacer un gran cambio en mi vida personal que terminaría dando un gran giro igualmente a mi vida profesional. Mi nueva profesión surgiría del AMOR. Sí, así es, soy Maquilladora Profesional y ahora os explico porqué.

Mi pasión por el maquillaje surge del amor que siento por la persona con la que comparto todo, por el AMOR de mi vida.

Hace ya ocho años que superé una enfermedad tan común como compleja, un cáncer al que ya le he ganado dos batallas, y soy muy feliz por ello.

Durante el tiempo que duró aquel proceso pude experimentar emociones de todo tipo, la mayoría de ellas buenas, aunque pueda pareceros sorprendente. Como sorpredente fue también que, de todas las «menos buenas», la que peor me lo hizo pasar fue la pérdida de mi preciada melena.

Me horrorizaba la idea de mirarme a un espejo y cuando determiné hacerlo, lo que vi…. no me gustó «ni un pelo». Cierto es que cada día palabras cargadas de AMOR hacían mi vida más soportable, si bien éstas no conseguían reconciliarme con mi aspecto.

Fueron pasando los días y, como todo pasa y todo llega, tambien llegó el final del tratamiento. Volvieron la fuerza física, las ganas de comer, en fin, todo lo vital para volver a Ser, y en mi calva perfecta comezaron a aparecer cabellos!!! Sin embargo mi rostro seguía conservando un tono entre gris y amarillo que disimulaba a la perfeccion mi fascinacion por la vida, mis ganas de comerme el mundo… NO quería volver a ver aquel miedo oculto en los ojos (que no en la mirada, ahí solo veia amor) de quién estuvo y está a mi lado, ya sabeis, mi AMOR.

Pero, ¿cómo aceleraría la consecución de mi propósito?

Fué entonces cuando encontré la solución; El Maquillaje, mi fiel aliado en tantas mañanas en las que necesitaba un empujoncito para continuar con aquello que me ocupaba. Sin pensarlo dos veces cogí mi neceser repleto de maravillas y me puse guapa. Lo conseguí, aparecí reflejada en el espejo tal y como me sentía!

Miré el reloj, a punto de dar las tres mi AMOR aparecería de un momento a otro. Corrí hacia el armario y me puse mi modelo favorito, eufórica, impaciente, esperé a que la puerta se abriera. Llegó el momento, escuché las llaves girar y apareció JESÚS, que al verme se acercó y mirándome a los ojos tomó mis manos temblorosas y emocionado me regaló un «HOLA CARIÑO, ME ENCANTA QUE HAYAS VUELTO».

Descubrí que AMOR Y MAQUILLAJE son un binomio perfecto. Es esta mi principal motivación cuando trabajo. Mi trabajo se impregna de emociones y por eso para mí es perfecto y único, tan único y tan perfecto como tú AMOR.

Mi lema, «Reta a la vida con AMOR, te sorprenderás de lo que eres capaz de conseguir».